Érase una vez...
Catherine Painvin decidió crear Tartine Et Chocolat en 1977 porque sentía la necesidad de envolver a sus bebés en un manto de confort y vestir a sus niños con prendas chic y divertidas. La marca revoluciona con éxito la moda infantil y presenta entonces gamas de peluches, perfumes, decoración infantil, calzado... y logra posicionarse como líder en el sector del regalo infantil de alta gama. La llegada de Emilie Zannier inscribe la marca en una modernidad atemporal, haciendo una interpretación inédita y contemporánea de Tartine et Chocolat, ya que vuelve a encontrar el gusto por la fantasía para presentar nuevas colecciones en el universo de Tartine et Chocolat.